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“Educare” y “educere” son dos verbos latinos que constituyen las dos posibles etimologías del vocablo “educación”. Más allá de una simple curiosidad lingüística, estos vocablos se han convertido en el fundamento teórico de dos modelos educativos diferentes con  dos enfoques bien distintos  sobre educación.

 

La versión “educare”, que significa “conducir” y también “introducir”. En este modelo la educación se trata de conducir al alumno hacia determinadas metas marcadas por el maestro. La educación consistiría esencialmente en “meter cosas” en el alumno, llenar su cerebro de conocimientos, con especial hincapié en la memorización. Constituirá un trasvase de información.

 

Por otro lado encontramos “educere”, que significa “sacar afuera”,“extraer” . Como podemos observar se centra en todo lo contrario de lo anterior .Pretende conseguir que el individuo haga salir lo que tiene dentro, es decir conectar los antiguos conocimientos con los nuevos que va adquiriendo.

 

Educar es algo complejo y de una labor continuada a lo largo del tiempo, lo que hace que sea necesario “conducir” a la persona sobre unas pautas académicas, de comportamiento, éticas, morales… y también es necesario enseñar a esa persona a que sea capaz de “extraer” todo lo que lleva dentro para poder emplearlo en las situaciones con las que se vaya encontrando  durante su vida. En mi opinión, considero que no es necesario decantarse por uno de los  dos enfoques anteriores  para  definir la educación. Considero que ambos modelos educativos son complementarios y necesarios a la hora de seguir unas pautas para educar a una persona.

¿Educare o Educere?

© 2016 García Navarro, Carmen

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